viernes, 25 de julio de 2014

Capítulo 8: Kaiser

Movidos por la ira, ambos combatientes se enfrentaron en una guerra sin cuartel, los potentes espadazos de Seikon le llegaban de lleno a Kaiser, pero este ni se inmutaba, el Aura de Kaiser quemaba como mil soles, pero Seikon no sentía ya el calor, la batalla parecía no tener fin, cuando Cyan desgarró el aire con un potente grito:
Seikon, ¡Atrapa!-



Acto seguido lanzó una espada Azul al aire, esa espada también tenía un brillo especial, pero si el otro era rojizo, este era zafirino, nuestro combatiente atrapó la espada en el aire y empezó a utilizarla, Kaiser fue golpeado varias veces por ambas espadas, pero solo la espada Azul le causó daños
 
Pero por el cansancio, Seikon arrojó la espada de fuego hacia los pies de Seika; nuestro héroe, fatigado por la intensa pelea, cayó de rodillas frente a su adversario, cerró los ojos y pensó en su familia

Su final no fue aquel, porque su querida Hermana gemela golpeó directamente a Kaiser con una patada voladora mientras blandía un nuevo tipo de espada que Cyan le confeccionó, la nueva espada tenía detalles en Amarillo y como si fuera poco un brillo anaranjado, ¡era La Espada Tormenta de Fuego!

Kaiser se derrumbó en el suelo, entonces, Seikon agarró coraje junto a sus últimas fuerzas y ocupó la habilidad de la espada azul, revelando su verdadera forma, la capa exterior de metal se rompió y reveló un filo acuífero que causó una ola enorme que terminó por arrastrarlo a él y a Kaiser por un torrente de agua

La confundida mente de Kaiser se extrañaba ante tal suceso, lo cual solo facilitó el trabajo de Seikon

¿Moriré?, por lo menos se que si muero Seikon también lo hará-pensaba Kaiser, mientras abría los ojos- ¿pero qué demonios?, ¿Seikon?, ¿Cómo se mueve tan bien?, Maldición, abrí la boca, me falta el aire, ¡¡¡ayuda!!!-dijo mientras cerraba los ojos
¡¡¡Eiken/Jump!!!-

En ese momento salí despedido al aire, con un fuerte dolor de espalda, segundos después aterricé sobre mi pecho y me quedé recostado, al despertar me encontré en un refrigerador, Vaya ironía, cuando grité para que alguien me sacara de allí (ya que no tolero los espacios pequeños) una voz femenina muy  familiar me decía:

Kaiser, ¿estás bien?-
Claro que sí, gracias Seika por meterme en un refrigerador y no en un freezer, ya que por lo menos allí no me dolerían tanto las costillas que me rompí-
Muy chistoso, por eso no te sacaré de allí-
No no no, por favor sácame de aquí, no me gustan los espacios pequeños-

Al salir la vi vestida de enfermera rosita, con ese cintillo con la cruz roja, la bata y la falda de color rosa, no se veía mal, pero podrían haberlo hecho mejor, explorando por allí me di cuenta de estábamos en un hospital, me encontré con Spark y el me explicó más o menos la historia:

Cuando Seikon usó el Eiken/Jump te dio un cabezazo en la espalda para sacarte del agua, luego llamó desde un teléfono público a medio quemar a una ambulancia, pero la línea estaba saturada, así que traje una camilla desde el hospital para traerte aquí, has pasado cerca de 3 días dormido en ese refrigerador, por que los del hospital dijeron que si te ponían en el freezer ibas a contaminar los insumos médicos-
¿peroy Sky?-
Ya volveré por ella, ese tipo sin duda me las va a pagar- respondió Spark, más tranquilamente de lo que yo pensaba
Sin duda estos 3 años te han hecho más sabio- contesté- pero recuerda que el podría ser el Sombra Ascendida-
Lo dudo, mi verdadera maldición es otra-
¿Cual?-
¿Es que acaso ya lo olvidaste?, mi maldición es no poder morir, no importa cuanto tiempo pase, hasta tú tienes fecha de muerte, en cambio, yo no- respondió mi querido amigo, mientras dejaba "flotar" una lágrima en el aire

Sin lugar a duda, mi compañero era mucho más maduro de lo que demostraba...


Tardé otros 3 días en curarme, mis huesos se regeneran rápido, salvo cuando los atacan con los enemigos naturales del hielo, como lo es el agua; al día siguiente salimos los 5 (Los Sei's, Spark, Cyan y yo) a pelear contra el rey oscuro, teníamos que rescatarlas a todas, y tal vez no les quedase mucho tiempo...

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